La melisa se siembra o desgarra con raíz de primavera a verano. Se puede plantar todo el año, aunque en invierno la hoja desaparece bastante. Planta rastrera y se va extendiendo por debajo, colonizando espacios, si la tierra le permite. Tolera los terrenos húmedos pero también vive en terrenos áridos. Se adapta bien a los climas fríos y cálidos.
Se planta cada 50 cm. Es perenne. Eupéptico, carminativa, estimulante de la secreción biliar. Antiespasmódica, sedante, inductora del sueño, estados depresivos, menopausia, contra el agotamiento nervioso, palpitaciones, vómitos, dolores de componente nervioso (dientes, oído, dolor de cabeza). Antiinflamatorio de las mucosas digestivas y bronquiales, náuseas también en el embarazo. Emenagogo. Vía externa vulneraria y analgésica, roces por neuralgias, cefaleas y migrañas, también herpes simple. Picaduras de insectos.