Flor de la Pasión

La flor de la pasión es conocida de forma común como pasiflora o científicamente como passiflora incarnata. Es una planta trepadora procedente de las áreas más cálidas del continente americano, aunque se adapta bien al clima de nuestro país. La principal característica son sus flores, que son especialmente atractivas y llamativas. Necesita mucha humedad y riego moderado. Crece de forma sencilla y genera un fruto de un sabor muy característico. Tiene numerosas propiedades medicinales.

El sustrato debe estar bien drenado, siempre húmedo pero nunca encharcado ya que las raíces podrían podrirse. El exceso de agua hace que las hojas se vuelvan amarilla. En los meses fríos con regar unas dos o tres veces a la semana es más que suficiente. En verano hay que aumentar un poco la frecuencia. Se pueden pulverizar las hojas con agua para que aumente su esplendor. Sus hojas son perennes, persistentes y crecen de forma alterna.

Se llama flor de la pasión porque está estrechamente relacionada con la Pasión de Cristo. La flor tiene diez pétalos como diez eran los apóstoles. Los filamentos son la corona de espinas que le pusieron. Tiene cinco estambres que representan las heridas que le hicieron. Y, finalmente, los tres pistilos son los clavos que utilizaron para sujetarlo a la cruz.

Flor de la Pasión Fruto y Planta

El fruto de la flor de la pasión es totalmente comestible y se conoce como maracuyá. Se trata de una baya carnosa de un color anaranjado, entre rojo y amarillo. Tiene un sabor muy característico y tiene propiedades afrodisíacas. Las flores de la planta tienen propiedades sedantes y se utilizan para hacer infusiones para el insomnio así como para calmar la ansiedad o el estrés entre otras cosas. Si tienes cualquier tipo de duda sobre esta planta o sobre una similar no tienes más que escribirnos y te ayudaremos rápidamente.